Anécdota rolera: el minotauro
Esta historia comienza igual que la anterior: estábamos haciendo OneShots conmigo de matster y ahora tocaba la antigua grecia. Tsuman y Krestra se encontraban en una isla en la que habían constantes terremotos. Los ciudadanos sacrificaban a gente soltándola en un laberinto tallado en la piedra. Allí, se suponía que había una abominable criatura que comía carne humana.
Los dos decidieron adentrarse para salvar al último sacrificio debido a que era la hija de un hombre que había perdido todo. El hecho de que les fuese a pagar una cantidad considerable de oro ayudó.
Cuando entraron, los dos daban por sentado que sería pan comido, un "entrar y salir" pero no eran estúpidos. consiguieron muchos y muchos metros de cuerda para no perderse. Así, se sumergieron en la oscuridad del laberinto, oyendo gruñidos a lo lejos y gritos de alguien que pedía ayuda desesperadamente. Al final se encontraron en una sala circular. Dedujeron que era el centro del laberinto. Aquello estaba siendo un poco más complicado de lo que esperaban, pues el entramado llevaba a muchos pasillos sin salida o te devolvían al principio sin que te dieses cuenta.
Siguieron los gritos pero la cuerda se les acabó, entonces decidieron seguir corriendo mientras marcaban las paredes. Llegaron a un punto en el que había una chica joven al borde del colapso. La escoltaron hasta que llegaron a la cuerda y a partir de ahí, se dirigieron hasta la sala circular, sólo para encontrarse a una bestia mitad hombre y mitad toro justo enfrente de ellos. Miraron a la chica y le dijeron que siguiera la cuerda cuando el monstruo estuviese distraído. Aquello fue fácil, encendieron una antorcha y le lanzaron una piedra que impactó en un ojo, haciendo que la bestia se enfureciese.
Vieron cómo la chica huía mientras el minotauro les perseguía, así que sólo quedaba encargarse de él y salir. Eso era más fácil de decir que hacer.
Intentaron hacer una estatua cayese sobre la cabeza del minotauro, pero este era demasiado astuto y no fue posible. Entonces, tras un rato de correr y esconderse mientras pensaban en un plan, los dos héroes se encontraron con un pasillo sin salida. Detrás de ellos estaba la bestia, que incluso parecía tener una sonrisa dibujada.
Cuando el monstruo cargó, una tirada milagrosa hizo que Krestra consiguiese esquivar la embestida, sin embargo, aunque los cuernos no le tocaron, Tsuman recibió el golpe de una enorme rodilla y se estrelló contra la pared. Los cuernos del minotauro quedaron clavados contra la pared de piedra por un instante, pero fue suficiente para que Krestra le asestara una estocada por la espalda. Sin embargo, este no pudo sacar el arma, y estuvo a punto de recibir el golpe de una mano más grande que su cabeza. Tsuman se levantó y lanzó una flecha que impactó en el pecho del monstruo, y luego se abalanzó contra él espada en mano.
Krestra vio cómo su amigo se acercaba y golpeó los morros de la bestia, y en el momento de distracción, Tsuman pudo hacer un tajo, aunque se resbaló y sólo le dio en la pierna. El monstruo golpeó a Krestra, que salió volando y aferró a Tsuman con ambas manos. Estaba a punto de aplastarle el cráneo cuando el otro combatiente disparó una flecha que impactó el ojo del minotauro.
La bestia se retorcía del dolor mientras se arrancaba el proyectil y Tsuman se escabullía para intentar sacar la espada clavada en la espalda de su enemigo. No podía, así que utilizó todo su peso para hacer palanca con esta. la bestia aulló por el dolor y Krestra lanzó otra flecha. Esta falló y sólo le quedaba una. Tsuman pudo sacar la espada pero el minotauro le cogió por la cabeza y lo lanzó contra su amigo. Ambos rodaron por el suelo y vieron cómo el monstruo se preparaba para cargar nuevamente.
Estaban a punto de morir, así que se encararon con la bestia una ultima vez. Cuando los cuernos estuvieron lo suficientemente cerca, ambos saltaron, y con la ayuda de una tirada crítica, se aferraron a los cuernos de la bestia. Esta perdió el equilibrio y cayó junto a los héroes. Cuando todos estaban en el suelo, Krestra, que tenía más puntos de salud, fue el primero en levantarse. Se dirigió hacia su amigo, que le otorgó la espada y luego fue hacia el monstruo. Tsuman se levantó y también corrió hacia la bestia, pero recordó que tenía un pequeño cuchillo para cortar fruta. Lo empuñó.
La bestia se estaba levantando cuando recibió una puñalada en el pecho de Krestra, pero su instinto de supervivencia le hizo golpear al guerrero, que recibió el impacto de lleno y cayó inconsciente. Tsuman saltó y clavó el cuchillo en el ojo que aún le quedaba al monstruo. También recibió un golpe, producto de los manotazos desesperados que soltaba el minotauro, y unos segundos después, Tsuman vio cómo aquel ser moría desangrado.
Krestra y Tsuman pudieron salir del laberinto, pero estaban tan hechos polvo que no pudieron disfrutar de la fiesta.
Ahora, el dato que hace de esta historia, una leyenda memorable. El minotauro estaba estaba hecho con unas estadísticas OP. Debería haber sido invencible para los dos guerreros, pero pudieron. No os creáis tampoco que yo hice trampas. Al contrario, yo me emocioné tanto que me metí en el pape del minotauro y si se moría se moría. Mi idea inicial era que huyeran o murieran peleándose. Fue una aventura increíble.
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