Anécdota rolera: Best friends forever
Para saber sobre los eventos que llevaron a que esta anécdota ocurriera, véase el capítulo anterior: https://ideasaj.blogspot.com/2019/03/anecdota-rolera-fuego-con-fuego.html
Tras dos sesiones, Malus y Nefarius habían conseguido un poder lo suficientemente grande como para parar las catástrofes que habían ocasionado. Se trataba de una piedra que otorgaba energía mágica a cualquier ser vivo que la tocase, pero era tan incontrolable que los usuarios terminaban explotando. Con este mineral llamado kalsanita, consiguieron destruir la corona del rey muerto y cerraron el portal de los demonios. Muchos amigos suyos habían muerto en el camino y lo habían pasado tan mal que decidieron que gobernarían la nueva civilización para que no volviese a pasar. Lo se, sólo ellos tenían la culpa. Dejadlos, son así.
El punto es que gracias a unas tiradas milagrosas, ambos hicieron que la gente creyese que ellos habían sido los salvadores del mundo. Comenzaron a tener seguidores y al cabo de un tiempo, tuvieron la posibilidad de comenzar un reino en una capital abandonada. Eso hicieron.
Nefarius estaba convencido de que la clave era hacer que las personas fueran gobernadas con miedo, porque así no tendrían voluntad para rebelarse, mientras que Malus decía que la manera era controlarles a base de hacer que se engancharan a una droga y que tuvieran una dependencia que les impidiera derrocar al gobierno, que era el único proveedor.
No mucho después, la conversación comenzó a calentarse hasta que se convirtió en discusión y comentarios como "tu es que no tienes los huevos para gobernar como dios manda" y "sólo un idiota querría gobernar con miedo, porque su cabeza no le da para más". Si os preguntáis por qué no los detenía, la respuesta está en que lo estaba disfrutando demasiado. Aquello entonces se tornó más oscuro, y Malus falló una tirada de su ballesta, que apuntaba a Nefarius. Éste último se indignó y le lanzó el cáliz que tenía en la mano, estrellándoselo en la cara. Aprovechó ese instante de aturdimiento para abalanzarse, daga en mano, hacia su amigo pero terminó resbalándose con el vino que había derramado.
Malus tiró la ballesta y sacó su espada para apuñalar a su amigo, pero éste lo esquivó fácilmente y le lanzó la daga que llevaba en la mano, clavándosela en el hombro. Entonces, tras sacar el arma de su carne, le lanzó la daga a su oponente mientras soltaba una sarta de improperios. Nefarius, entonces, esquivó con facilidad el proyectil y se hizo con la ballesta de Malus, pero antes de cargarla recibió la acometida de su oponente.
Ambos estaban forcejeando y golpeándose mientras que sus puntos de vida bajaban con cada golpe, pero Nefarius recurrió a la magia. Comenzó a canalizar un hechizo que causaría una explosión capaz de matar a Malus, aunque luego quedase inconsciente. Malus, sacó la última piedra de kalsanita, que se había guardado furtivamente y tras una tirada crítica, se la metio en la boca a Nefarius y le puso la mano para sellar sus labios, de manera que no la pudiese escupir.
La energía mágica hizo temblar los cimientos del castillo en el que se encontraban y finalmente, fue el momento de hacer la tirada que lo definiría todo. Nefarius decidió que era el momento de lanzar su hechizo.
Pifia total. Yo había hecho una lista de las cosas que podían pasar según sus tiradas, así que hubo una explosión mágica que mató a Nefarius, pues sus puntos de vida habían bajado a casi cero, y como Malus estaba justo encima de él, también fue volatilizado por la explosión.
Así terminó aquella campaña.
Tras dos sesiones, Malus y Nefarius habían conseguido un poder lo suficientemente grande como para parar las catástrofes que habían ocasionado. Se trataba de una piedra que otorgaba energía mágica a cualquier ser vivo que la tocase, pero era tan incontrolable que los usuarios terminaban explotando. Con este mineral llamado kalsanita, consiguieron destruir la corona del rey muerto y cerraron el portal de los demonios. Muchos amigos suyos habían muerto en el camino y lo habían pasado tan mal que decidieron que gobernarían la nueva civilización para que no volviese a pasar. Lo se, sólo ellos tenían la culpa. Dejadlos, son así.
El punto es que gracias a unas tiradas milagrosas, ambos hicieron que la gente creyese que ellos habían sido los salvadores del mundo. Comenzaron a tener seguidores y al cabo de un tiempo, tuvieron la posibilidad de comenzar un reino en una capital abandonada. Eso hicieron.
Nefarius estaba convencido de que la clave era hacer que las personas fueran gobernadas con miedo, porque así no tendrían voluntad para rebelarse, mientras que Malus decía que la manera era controlarles a base de hacer que se engancharan a una droga y que tuvieran una dependencia que les impidiera derrocar al gobierno, que era el único proveedor.
No mucho después, la conversación comenzó a calentarse hasta que se convirtió en discusión y comentarios como "tu es que no tienes los huevos para gobernar como dios manda" y "sólo un idiota querría gobernar con miedo, porque su cabeza no le da para más". Si os preguntáis por qué no los detenía, la respuesta está en que lo estaba disfrutando demasiado. Aquello entonces se tornó más oscuro, y Malus falló una tirada de su ballesta, que apuntaba a Nefarius. Éste último se indignó y le lanzó el cáliz que tenía en la mano, estrellándoselo en la cara. Aprovechó ese instante de aturdimiento para abalanzarse, daga en mano, hacia su amigo pero terminó resbalándose con el vino que había derramado.
Malus tiró la ballesta y sacó su espada para apuñalar a su amigo, pero éste lo esquivó fácilmente y le lanzó la daga que llevaba en la mano, clavándosela en el hombro. Entonces, tras sacar el arma de su carne, le lanzó la daga a su oponente mientras soltaba una sarta de improperios. Nefarius, entonces, esquivó con facilidad el proyectil y se hizo con la ballesta de Malus, pero antes de cargarla recibió la acometida de su oponente.
Ambos estaban forcejeando y golpeándose mientras que sus puntos de vida bajaban con cada golpe, pero Nefarius recurrió a la magia. Comenzó a canalizar un hechizo que causaría una explosión capaz de matar a Malus, aunque luego quedase inconsciente. Malus, sacó la última piedra de kalsanita, que se había guardado furtivamente y tras una tirada crítica, se la metio en la boca a Nefarius y le puso la mano para sellar sus labios, de manera que no la pudiese escupir.
La energía mágica hizo temblar los cimientos del castillo en el que se encontraban y finalmente, fue el momento de hacer la tirada que lo definiría todo. Nefarius decidió que era el momento de lanzar su hechizo.
Pifia total. Yo había hecho una lista de las cosas que podían pasar según sus tiradas, así que hubo una explosión mágica que mató a Nefarius, pues sus puntos de vida habían bajado a casi cero, y como Malus estaba justo encima de él, también fue volatilizado por la explosión.
Así terminó aquella campaña.
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